AJ Styles vs Shinsuke Nakamura es un combate que está
bastante sobrevalorado dentro de mi propia visión de la lucha libre. Se me hace
un combate que es bastante bueno, demasiado, pero que no llega a ese don de la
excelencia ni a la cercana perfección de la lucha libre.
La preparación que tuvo el combate es épica. Nos vendieron
un combate que tendría acción y muchísima emoción, que fue con lo que
exactamente cumplió el combate, pero, ¿acaso no es esto lo que suele prometer
todo combate importante? Por eso no se me hace tan especial cumplir con esta
parte, es lo que todo combate debería hacer en primer lugar y no debería
apreciársele más por esto. Es increíble como AJ Styles en dos años ha hecho que
todo el público japonés esté de su lado, por más heel que fuera, porque durante
todo el combate se siente la emoción. El público compró completamente esta
rivalidad y todo estaban ansiosos por este combate en Twitter, lo recuerdo y
todo, porque lo vi en vivo.
AJ Styles vs Shinsuke Nakamura es de esos combates que
pueden emocionarte, hypearte y toda la cosa, pero que se queda a medias en lo
que podría ser verdaderamente un combate cercano a la perfección. Considero que
el público estaba emocionado y cómo no, la lucha tuvo momentos atractivos y uno
que otro spot bastante lindo, pero creo que no llega a esa superioridad que
tienen combates clásicos, todo pasa tan rápido que apenas puedes sentir que te
transmitan su historia dentro del ring. Los primeros minutos fueron bastante
buenos, pero en un intento de seguir con ese ritmo, el combate empieza a
aburrir, es como cuando intentan hacerte reir una y otra vez y esperar que me ría
de la misma manera, cansa. El storytelling estuvo muy bien, creo que todos
recordamos la parte en la que Nakamura se come la bala imaginaria de AJ
mostrando su carisma, pero, creo que éste es el combate donde Nakamura se ve
menos carismático y rudo. Comparemos su combate contra Ibushi, la historia tal
vez sea distinta con el tema de demostrar quién es más recio que el otro, pero
esta también es una historia de demostrar quién es el mejor. Styles no se
adaptó bien al estilo de Nakamura, se siente limitado al King of Strong Style
donde el combate no logra sentirse parejo en su totalidad, se siente como si
Shinsuke no usó lo mejor que tiene su arsenal para llevarse la victoria y,
mucho menos, su actitud heel como en el combate vs Kota Ibushi. Es un ejemplo,
no digo que el combate contra Ibushi haya sido mejor.
No hay esa sensación de que el combate vaya a pasar a más
grande, por más hype que éste tenga, se enfocaron muchísimo en los spots bonitos
y reacciones del público, en vez de enfocarse seriamente en desarrollar el
combate. Es un combate como de 20 minutos, pudieron hacer más progresivo el
nivel del combate hasta llegar al clímax, tal y como la fórmula de NJPW lo dice
y han conseguido la calidad artística que tienen, pero el combate tiene un
enfoque menos serio y hasta se siente enfocado en otro tipo de público. Por eso
los extranjeros sentimos mucho hype por el Styles vs Nakamura en Wrestlemania,
muchos de nosotros conocimos NJPW por este combate principalmente. Pero no hay
un punto en donde el combate intente superarse ni desarrollarse, los minutos
finales fueron muy buenos, pero en la mitad se pierde un poco. El primer rompe
pantorrillas y el botch del DDT invertido son los principales problemas del
combate, son partes que no aportan nada. Además, el selling de Nakamura a la
pierna está MUY mal logrado. Estaban vendiendo al principio un dolor en la
rodilla de Nakamura, pero éste mágicamente durante el combate se le olvida y no
vuelve a tratarse, lo cual hace que el segundo rompe pantorrillas pierda su
drama. En cambio, Styles sí vendió muy bien su lesión verdadera en la espalda
durante el combate.
AJ Styles vs Shinsuke Nakamura en Wrestle Kingdom 10 es un
combate magnífico, pero que no llega ni a esa calificación Near Perfect. Es un
combate con ciertos errores que no puedes dejar pasar y peca en intentar
hacerte emocionar a cada rato, en vez de desarrollar un combate desde el inicio
hasta el final. Sí cuentan esa epicidad que prometieron, pero que no resulta
tan especial al ser algo que toda lucha debería ofrecer. ****
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